La historia de María del Pilar es un testimonio de resiliencia y dedicación al servicio de los demás. Con más de 14 años de experiencia en el sector de la salud, su vida dio un giro inesperado cuando recibió el diagnóstico de su segundo hijo, José David, quien nació con un retraso en el desarrollo.

Ante esta situación, María del Pilar enfrentó días de incertidumbre y desafíos médicos, pero también encontró en la adversidad una oportunidad para hacer la diferencia. Con determinación y amor incondicional, fundó la Asociación de Enfermedades Huérfanas Raras de Rionegro, con el objetivo de brindar apoyo y acompañamiento a familias que enfrentan condiciones médicas difíciles de diagnosticar y tratar.

Desde su posición como líder de esta asociación, María del Pilar se ha convertido en una voz de esperanza y solidaridad para quienes atraviesan situaciones similares. Con su experiencia y conocimientos, ofrece orientación y recursos para ayudar a las familias a sobrellevar los desafíos de las enfermedades huérfanas, promoviendo la visibilización y la inclusión de estos pacientes en la sociedad.

El trabajo de María del Pilar es un ejemplo inspirador de cómo la adversidad puede convertirse en una oportunidad para hacer el bien y generar un impacto positivo en la comunidad. Su dedicación y compromiso son un verdadero testimonio de amor y empatía, demostrando que, con resiliencia y apoyo mutuo, es posible superar cualquier desafío que la vida nos presente.