El alcalde del municipio de San Rafael, Aniceto Giraldo, ha recibido cuatro amenazas de muerte en los últimos diez meses, lo que refleja la vulnerabilidad de los líderes locales en Colombia. Pese a la difícil situación de seguridad, el mandatario ha destacado los logros de su administración y su estrecha relación con los gobiernos departamental y nacional.

Para su protección, Giraldo cuenta con un esquema de seguridad compuesto por tres escoltas, dos de la Policía Nacional y uno de la Unidad Nacional de Protección (UNP). Sin embargo, en los momentos de mayor riesgo llegó a estar acompañado por hasta once hombres, convirtiéndose en el alcalde con mayor protección personal en Antioquia durante este periodo.

El gobernador de Antioquia ha asumido el costo de un vehículo blindado para su movilidad, ya que la UNP solo le asignó un carro convencional. A pesar de la adversidad, Giraldo asegura que su equipo de seguridad ha logrado brindarle tranquilidad en su día a día.

Antes de asumir la alcaldía, Giraldo trabajó como vigilante durante 18 años y fue concejal en varias ocasiones, lo que ha fortalecido su compromiso con la comunidad. “Hoy estoy con tres escoltas, muy tranquilo. No ha vuelto a pasar nada grave y espero que así continúe”, expresó.

Este caso pone de manifiesto la necesidad de reforzar los esquemas de seguridad de los mandatarios locales, quienes enfrentan constantes amenazas en el ejercicio de sus funciones.